De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Lucas 21:32-33
INTRODUCCIÓN
Sin lugar a dudas, en este año 2011 están pasando cosas sumamente sospechosas en el acontecer mundial. Desde que comenzó este año hemos estado a la expectativa, con el inicio de las miles de aves y peces muertos a lo largo de todo el planeta Tierra.
Con profundas inundaciones en Brasil, Australia y Colombia, y con desastres de gran envergadura, como fue el terremoto de Japón, seguido por un potente tsunami, que devastó en su totalidad una ciudad, dejando graves daños ambientales, al haberse dañado varias plantas nucleares a causa de este descomunal terremoto.
En el mismo Estados Unidos, nuestros pueblos están sumamente nerviosos, ante la posible llegada de una nueva alza en el precio de la gasolina, que sigue trepando sin dar muestras a que baje en el futuro cercano, mientras miles de educadores están siendo despedidos. Y en muchos Estados del centro norte están enfrentando grandes inundaciones.
Por otro lado, en el Estado de Texas estamos pasando la peor sequía, junto a los Estados del norte de México. Y un golfo de México cuyas aguas se han calentado, convirtiéndolo en un potente combustible para la próxima llegada de huracanes.
Mientras que algunos Estados de la Unión Americana han sido afectados con inundaciones debido a
las intensas lluvias, otros Estados del sur, como Texas, y algunos otros Estados del norte de México, la
falta de lluvia ha provocado una intensa sequÃa que ha mermado la actividad agrÃcola y ganadera.(2)
Al llegar a este mes de mayo, la gran pregunta que nos estamos haciendo es: ¿Estaremos realmente enfrentando los últimos acontecimientos del fin del mundo? Mientras, los científicos nos desalientan aún más al decirnos que la tendencia de desastres naturales va en escalada, y que debemos prepararnos para lo peor.
¿Tiene algo que ver todo esto que está pasando, con el país de Israel y el retorno de nuestro Señor Jesús? Para entender mejor esto, entraremos a analizar punto por punto, desde lo histórico hasta el presente, a la luz de Las Sagradas Escrituras.
LA EXISTENCIA DE ISRAEL A LA LUZ DE LA BIBLIA
Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. Romanos 11:1-2
Sin lugar a dudas, el pueblo de Israel, por el solo hecho de haber sido escogido por Dios, se convirtió en blanco de envidia de todas las generaciones de pueblos en todo el mundo; esa envidia se desató con mucha amargura, y se ha mantenido a lo largo de la Historia.
Una vez me dijo un rabino en Jerusalén: “Damos gracias al Altísimo por habernos escogido como pueblo suyo, de entre muchos pueblos, pero por ese privilegio nos ha tocado pagar un alto precio hasta el día de hoy. Y estamos seguro que Él nos seguirá guardando al igual que lo ha hecho en el pasado”.
Este espíritu de envidia contra Israel, hoy en día se le conoce como “espíritu anti-semita”, y las acciones de esta gente han ido hasta las peores consecuencias, como el derramamiento de sangre, sólo por el hecho de ser un pueblo al cual El Altísimo decidió tomarlo para bendecir a todas las naciones a través de él.
Hoy en pleno siglo XXI, el espíritu anti-semita continúa, y se nos ha infiltrado con múltiples de comentarios en los diferentes sitios cristianos en Internet; algunos de esos escritos están dirigidos por supuestos líderes cristianos.
Algunos lo hacen muy sutilmente, utilizando mal la palabra “sionista”, haciéndoles creer a los cristianos que los sionistas son parte de “la iluminatis”, y de esta forma tratan de hacer ver que los judíos actuales son parte del plan malévolo de satán.
Pero es importante aclarar que muchos de esos comentaristas no son ministros ordenados de nuestro pueblo evangélico, aunque algunos sí son ministros ordenados en algunos concilios, y los consideramos “infiltrados de Caín”.
Estos infiltrados, que sutilmente son anti-semitas, tienen la famosa enseñanza de que la Iglesia cristiana de hoy en día es el nuevo Israel; por lo tanto, el actual país de Israel ya no es el pueblo de la Biblia. Y por supuesto, estos líderes seudo cristianos sacan una gran cantidad de citas bíblicas; lamentablemente esas citas son textos sacados de contexto.
Pero las preguntas que nos debemos hacer en estos momentos es: ¿Continúa siendo el pueblo del Señor la nación judía? ¿Dejó de ser pueblo de Dios? Si nosotros aceptamos esa hipótesis, y tratamos de sustituirla con la Iglesia, estaríamos cometiendo un garrafal error, en relación a Las Sagradas Escrituras, pues existe una enorme acntidad de capítulos en el Antiguo Testamento que hablan de las promesas de Israel.
Las promesas de Dios para su pueblo Israel que encontramos en el Antiguo Testamento,
son perpetuas, como el pacto que el señor hizo con Abraham. (3)
Promesas que están patentizadas para ser consideradas perpetuamente. Esta palabra, que en el griego se lee eis to-pateles, es la misma para la palabra eternamente o hasta lo sumo; en otras palabras, son promesas que no caducan y que no son reemplazables.
Miremos sólo algunas citas, ya que son muchas:
Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Génesis 17:7
Por favor lean este pasaje lindo:
Vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: ¿No has echado de ver lo que habla este pueblo, diciendo: Dos familias que Jehová escogiera ha desechado? Y han tenido en poco a mi pueblo, hasta no tenerlo más por nación. Así ha dicho Jehová: Si no permanece mi pacto con el día y la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y la tierra, también desecharé la descendencia de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Porque haré volver sus cautivos, y tendré de ellos misericordia. Jeremías 33:23-26
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados. Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Romanos 11:25-29
Como he mencionado, estos son sólo unos cuantos pasajes, pero hay capítulos enteros donde se habla de la restauración de la nación judía; tanto Jeremías como Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel y Zacarías lo mencionaron. Todos estos grandes hombres de Dios hablaron de la nación judía en su relación con Dios hasta los tiempos mileniales; sin embargo, siempre habrá enemigos del pueblo de Israel infiltrados en nuestra Iglesia evangélica, que buscarán todo argumento para alimentar su odio.
14 DE MAYO 1948, CUANDO EL MUNDO CAMBIÓ
Para poder contrarrestar este ataque diabólico contra la actual nación judía, analicemos los últimos 63 años de este pueblo como nación, desde el día de su Independencia.
Pero antes leamos el siguiente pasaje de la Biblia:
Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará,  y viviremos delante de él. Oseas 6:2
No cabe duda de que este pasaje, citado por el Profeta Oseas, se cumplió al pie de la letra en relación a la nación judía. Tal como ya lo he explicado en otros artículos aquà en nuestro sitio web, el territorio de Israel se convirtió en tierra ocupada por las potencias gentiles desde el año 135-137, de la era cristiana; desde entonces, ningún pueblo a lo largo de esos casi 2 mil años se dio a la tarea de declarar una nación sobre esos territorios. Ni siquiera el hoy llamado pueblo palestino lo pudo hacer. (Sigue leyendo)
Dios les bendiga.
Shalom.
Dr. Antonio Bolainez.
Ver mas en http://www.bolainez.org
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