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lunes, 8 de junio de 2009

Las virtudes de Gedeón/Guideón aplicables al cristiano contemporáneo [Shofetim / Jueces 6:11-24]

Después de habitar la tierra de Canaán los israelitas se encontraron rodeados por muchos enemigos. Los madianitas enemigos suyos eran muy violentos y hacían feroces invasiones en el lomo de sus camellos, por ese motivo los israelitas tenían que abandonar sus tiendas asustados. Los madianitas fueron descendientes de Cetura quien fue esposa de Abraham (Génesis 25:1-4).

Para librarlos de Madián el Señor escogió a un hombre llamado Gedeón. Él lleno de miedo contesto, yo no sé hacer eso, luego mi familia es pobre y yo alguien sin importancia.

Es increíble pensar que en apenas tres capítulos el Señor pueda mostrarnos tanto valor; carácter, fe, valentía y heroísmo de un hombre que, al principio estaba lleno de temor y miedo. Sin embargo Gedeón permite enseñarnos excelentes virtudes que pueden ser fácilmente aplicadas al cristiano hoy en día:

Primera virtud, enfrento sus temores. Cuando Dios lo llamo para liberar a su pueblo del yugo madianita Gedeón estaba sacudiendo trigo en el lagar (v.11) asustado ante la asechanza del enemigo.

El primer temor que enfrentó es creer que estaba solo. El Señor tuvo que guiar la vida de Gedeón y mostrarle que lo había llamado para vencer a los madianitas. Le demostró que estaba con él, a través de señales y maravillas (v.12). A pesar de la manifestación del ángel, Gedeón aún tenía dudas. Querido amigo, no estás sólo, el Señor pelea por ti, sin embargo debes creerlo y enfrentar este temor, pues cuando parece que te ha desamparado ÉL siempre está ahí (Josué 1:5-9).

El segundo temor que había que enfrentar era cambiar de visión, pues pensar que la pobreza (económica, espiritual, intelectual) o sentirse inferior, o haber fracasado es sinónimo que Dios no te usara, es un error lamentable (v.15-16). Querido amigo, el Señor quiere usarte, pues conoce tus capacidades y limitantes. Sin embargo quiere que confíes más en ÉL y no tanto en tus capacidades.

Gedeón enfrento sus temores, pero Dios estaba con él para llevarlo paso a paso hacia la victoria contra sus enemigos. Pues sabia que el juez era inteligente, esforzado y valiente. Querido amigo, enfrenta tus temores; enfrenta aquello que te impide desafiar al enemigo (Efesios 6:12-13), pues Dios siempre mira el corazón valeroso y decidido.

Segunda virtud, guió al pueblo a la batalla. En el capítulo siete de Jueces vemos al pueblo preparándose para la batalla contra los madianitas, amalecitas y los hijos del oriente. Dios le dice a Gedeón quiero trescientos soldados y las armas que usaran para la batalla son: una antorcha, una trompeta y un cántaro. Querido amigo, es necesario que guíes a tus hermanos hacia la victoria. Pero es importante tener una vida quebrantada (cántaro), estar lleno del Espíritu Santo (antorcha) y ofrecer alabanza pura y sincera a tu Dios (trompeta). Pues cuando tu vida está quebrantada, cuando tu vida está rota delante de Dios y tienes una alabanza sincera y una antorcha encendida, no habrá poder del diablo que pueda tocar tu vida para destruirte.

Tercera virtud, utilizo la diplomacia con los hombres de la tribu de Efraím. Es de comprender el enojo de los efraimitas, pues se sintieron desplazados al no haber sido convocados por Gedeón para combatir a los enemigos de Dios e Israel. Así de que en lugar de confrontar entre hermanos acepto el señalamiento amargo de Efraín, mientras al mismo tiempo los elogiaba por haber sido su participación crucial para obtener la victoria (Shofetim / Jueces 8:1-3).

Pues si bien Gedeón y sus soldados, lucharon contra las huestes enemigas, sus jefes fueron derrotados por los efraimitas (Jueces 7:24-25). Dios quiere que como pueblo estemos unidos para cumplir la visión. La confrontación y la división en ninguno de los casos puede traer bendición para la iglesia, mucho menos se puede derrotar al enemigo. Es en la unidad donde se obtiene la victoria y la gloria y el poder de Dios se manifiesta.

Nota: Por diplomacia defino el intento del juez por tratar de integrar a sus hermanos en la pelea contra el enemigo. Demostrando respeto por el prójimo y dispuesto a la negociación que beneficia a los demás.

Cuarta virtud, demostró humildad con su pueblo (1ª Pedro 5:5-6). El juez actuó con humildad, pues reconoció sus propios límites y dio valor a sus hermanos. Además la sumisión de Gedeón logra evitar un enfrentamiento con los ofendidos efraimitas, en una ocasión para juntarse y crecer.

Un verdadero líder no está para someter a su dominio a los otros, sino para guiarlos a lo máximo que pueden alcanzar en conjunto (e individualmente). El verdadero líder no actúa en base a sus sentimientos, sino se deja guiar por poder del Espíritu Santo. Por lo tanto, el líder debe saber su capacidad y limitaciones y reconocer como complemento las capacidades de sus hermanos.

Querido amigo como puedes ver, encontramos a un Gedeón lleno de virtudes, que si deseas puedes hacerlas tuyas. Aunque no se menciona mucho en la Biblia a Gedeón, excepto en los capítulos seis, siete y ocho del libro de Jueces. Suficientes para enseñarnos las excelentes virtudes que el cristiano puede tener: a través de la obediencia, el proceso gradual que lo lleva a vencer sus temores, pelear la batalla, actuar con rectitud y humildad.

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